 La mayoría de veces escribo porque me siento triste. Por suerte no siempre es así, pero escribo para desahogarme sacar todo lo que no me atrevo a decir en voz alta. Se que muchisimas veces escribo siendo feliz, siento si estos días he estado muy distante, ahora eso se acabo. Tengo ganas de inventarme historias fantásticas de mundos perfectos, mundos en los que yo viviría encantada. ¿Quien no se imaginó su mundo perfecto alguna vez? Yo tenía uno, era fantástico vivía en un pueblo pequeño con arboles frutales por todas partes, mi gran jardín tenía cerezos, con tulipanes en la entrada, tenia un camino de piedras que llegaba a un estanque de peces y nenúfares. Una casa de tres pisos, pero lo mejor de toda la casa era la guardilla, ese era mi rincón, mi habitación, me encantaba asomarme a la ventana por la noche y ver las estrellas. Pero lo que mas me gustaba de ese pueble cito era la plaza, porque allí se encontraba la mejor tienda de todas las que habían en el pueblo. Una tienda de golosinas, tenían de todos los sabores y de todas las formas. Todos los niños íbamos a mirar el escaparate para imaginarnos que nos podríamos comprar. Eran unos dulces tan exquisitos. Es que a mi las golosinas me encantan no lo puedo evitar y aquella tienda era fantástica. Era mi mundo perfecto, un mundo soñado, antes recién despertada de ese sueño cojia un lápiz y un papel y empezaba a dibujar mi pueblo soñado, era fantástico.  Me encanta acordarme de mi mundo a menudo siempre me sale una sonrisa que ni puedo ni quiero ocultar. Por eso os lo he descrito, bueno os he descrito lo bonito del pueblo lo que mas me gustaba de todo, para que os imagineis a vuestro gusto ese mundo tan bonito.
La mayoría de veces escribo porque me siento triste. Por suerte no siempre es así, pero escribo para desahogarme sacar todo lo que no me atrevo a decir en voz alta. Se que muchisimas veces escribo siendo feliz, siento si estos días he estado muy distante, ahora eso se acabo. Tengo ganas de inventarme historias fantásticas de mundos perfectos, mundos en los que yo viviría encantada. ¿Quien no se imaginó su mundo perfecto alguna vez? Yo tenía uno, era fantástico vivía en un pueblo pequeño con arboles frutales por todas partes, mi gran jardín tenía cerezos, con tulipanes en la entrada, tenia un camino de piedras que llegaba a un estanque de peces y nenúfares. Una casa de tres pisos, pero lo mejor de toda la casa era la guardilla, ese era mi rincón, mi habitación, me encantaba asomarme a la ventana por la noche y ver las estrellas. Pero lo que mas me gustaba de ese pueble cito era la plaza, porque allí se encontraba la mejor tienda de todas las que habían en el pueblo. Una tienda de golosinas, tenían de todos los sabores y de todas las formas. Todos los niños íbamos a mirar el escaparate para imaginarnos que nos podríamos comprar. Eran unos dulces tan exquisitos. Es que a mi las golosinas me encantan no lo puedo evitar y aquella tienda era fantástica. Era mi mundo perfecto, un mundo soñado, antes recién despertada de ese sueño cojia un lápiz y un papel y empezaba a dibujar mi pueblo soñado, era fantástico.  Me encanta acordarme de mi mundo a menudo siempre me sale una sonrisa que ni puedo ni quiero ocultar. Por eso os lo he descrito, bueno os he descrito lo bonito del pueblo lo que mas me gustaba de todo, para que os imagineis a vuestro gusto ese mundo tan bonito.Nana.
 
 
 













